Denuncian que el servicio de Atención Primaria en Madrid no garantiza el derecho a la salud

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Amnistía Internacional (AI) denunció este jueves la degradación del servicio de Atención Primaria en Madrid ante la segunda ola de contagios de la Covid-19, que a su juicio pone en riesgo el derecho a la salud de los ciudadanos.

A partir de una consulta a 21 centros de las zonas más afectadas de la comunidad, Amnistía alertó de que un médico ve entre 45 y 100 pacientes al día (con citas cada tres minutos); que las listas de espera pueden llegar hasta las dos semanas y que en la mayoría de los centros las vacaciones y las bajas no se cubren

Como resultado, hay pacientes que se quedan sin atención o que, sobre todo en el caso de los crónicos, no son tratados de manera adecuada, advirtió AI. Admitió que “la situación es preocupante a nivel general en todo el país”, pero en Madrid, la comunidad con mayor nivel de incidencia acumulada, “el servicio de Atención Primaria está perdiendo su capacidad para garantizar el derecho a la salud”.

La mayor parte del personal sanitario consultado por la organización criticó la “carga excesiva” de pacientes que tienen que atender al día, que ya había aumentado en la última década tras los recortes sanitarios, pero que “ahora resulta desproporcionada”. “Antes de la pandemia teníamos seis minutos por paciente, ahora mismo los están citando cada tres minutos aproximadamente. Cuando una persona termina de explicar qué le duele, cómo se siente, tú le tienes que hacer preguntas y eso, en tres minutos, no da tiempo”, señala Nelson, médico de familia residente de cuarto año en el centro de salud de San Fermín, en Usera.

Otras profesionales, como Berta Herranz, médica de familia en Parla (Madrid), declararon que reciben entre 210 y 230 llamadas al día. “Eso nos tiene desbordados y hace que haya días en los que se queden sin responder unas 150 llamadas porque solo hay un médico al teléfono“, lamentó.

También denunciaron “las largas listas de espera”, que varían desde los dos días hasta las dos semanas, a lo que se añade el hecho de que “las líneas telefónicas están en muchas ocasiones saturadas”. “

“Tuvimos el caso de un chico que había tenido una ceguera parcial de un ojo y que estuvo quince días así, porque no consiguió que le atendieran por teléfono y no se atrevía a venir al centro (donde además pueden tardar dos horas en ser atendidos en recepción)”. “Para cuando le llamó su médico, ya se le había pasado”, relata Dani Blanco, de un centro de salud en Vallecas.