La Decadencia de la Atención Sanitaria: Un Testimonio Personal Esta tarde, he sido testigo

Esta tarde, he sido testigo de una situación que refleja la alarmante falta de vocación y profesionalismo del personal sanitario del Centro de Salud del Hospital Perpetuo Socorro. A las 6:30 PM, una persona fue citada para recibir curas en los pies, acompañada de su cuidadora. Sin embargo, no fue atendida hasta las 7:30 PM, a pesar de que el centro cerraba a las 8:00 PM. La espera, aunque frustrante, fue solo el comienzo de una experiencia aún más decepcionante.

La Mala Calidad del Servicio

Cuando finalmente llegó el turno del paciente, la calidad de la atención recibida dejó mucho que desear. Las enfermeras encargadas de realizar la cura parecían carecer de la habilidad y el conocimiento necesarios, lo que resultó en un procedimiento mal ejecutado. Para empeorar la situación, estas mismas enfermeras confesaron no saber cómo poner un pañal y solicitaron a la cuidadora del paciente que se pusiera unos guantes para limpiar y cambiar al paciente. Este incidente no es un caso aislado, sino un síntoma de un problema mayor y recurrente en nuestro sistema sanitario.

Los Responsables de Esta Situación

Los responsables de esta situación tienen nombres y apellidos. En primer lugar, Emiliano García-Page, el actual consejero de Sanidad, quien ha fallado en garantizar un servicio de salud de calidad para los ciudadanos. En segundo lugar, los gerentes de hospitales y centros de salud, cuya gestión ineficaz contribuye a la degradación de la atención sanitaria. Por último, los sindicatos mayoritarios, que en lugar de velar por los intereses de los pacientes, se centran en negociaciones salariales que no siempre se traducen en una mejora del servicio.

Una Llamada a la Acción

Es imperativo que estos hechos sean denunciados públicamente para evitar que continúen ocurriendo. La salud y el bienestar de los pacientes deben ser la máxima prioridad en cualquier sistema sanitario, y no podemos permitir que la incompetencia y la falta de vocación de unos pocos pongan en riesgo la vida y la dignidad de aquellos que confían en estos servicios.

La situación vivida esta tarde en el Hospital Perpetuo Socorro es inaceptable. Es necesario un cambio profundo y urgente en la gestión y formación del personal sanitario para garantizar que todos los ciudadanos reciban la atención digna y profesional que merecen. No podemos seguir tolerando la negligencia y el maltrato en nuestros centros de salud.

Es hora de alzar la voz y exigir una sanidad pública de calidad, donde la vocación y el profesionalismo sean los pilares fundamentales. Solo así podremos asegurar un futuro en el que todos recibamos la atención que necesitamos y merecemos.-

Este artículo refleja la indignación y la preocupación ante la situación vivida y sirve como un llamado a la acción para todos aquellos que desean una mejora en nuestro sistema sanitario.