¿Por qué Ferrovial quiere irse de España?

Opinión 04/03/2023 J. Ángel Ruiz J. Ángel Ruiz

La noticia de que el gigante constructora española Ferrovial quiere irse del país y no querer pagar impuestos en España, ha causado gran revuelo recientemente. Ferrovial debería saber que  los impuestos son una de las principales vías de financiación del Estado. Resulta bastante misterioso el hecho de que una grande  compañía española no quiera contribuir con sus aportaciones fiscales a la financiación económica de su país, ¿no es así?.

Ferrovial tiene su sede en Madrid desde 1997 y es una de las empresas más grandes de España. Es uno de los principales empleadores de la región y ha liderado varios proyectos de construcción en el país, incluidos grandes aeropuertos, autopistas, carreteras, túneles e incluso la gestión de áreas naturales.

Los detalles sobre este tema son bastante confusos, pero aquí está un resumen de la situación. Ferrovial en su día ya solicitó a España una exención de impuestos en los ingresos que obtiene por la construcción de carreteras de peajes en el extranjero. Esta petición surgió tras la empresa haber sufrido en su primer año de pérdidas desde 2005, con una pérdida neta de 650 millones de euros.

Ferrovial se está aprovechando de una maniobra común entre economías de alto desarrollo como España, el uso de subsidiarias en países con impuestos más bajos. Esta práctica ha relajado la férrea obligación de Ferrovial de pagar impuestos en España de conformidad con ella.

La intención de Ferrovial de evitar el pago de impuestos es absolutamente inaceptable. Esto es especialmente cierto cuando hay empresas —y familias— españolas que están sufriendo la crisis. Resulta vital que ferrovial contribuya con sus impuestos como todos los demás ciudadanos y entidades en el país. Esta decisión no es responsable desde un punto de vista político y debería ser revisada de inmediato.

En respuesta a las posiciones de Ferrovial, muchos españoles se han indignado con la empresa y han acusado a la empresa de falta de patriotismo. Desde el gobierno español se han emitido declaraciones advirtiendo a empresas como Ferrovial de que deben hacer su contribución para aliviar el impuesto sobre la sociedad y pagar impuestos adecuados para el Estado español.

¿De dónde procede la fortuna de Rafael del Pino ?

Los Del Pino y Ferrovial son unos perfectos representantes de las  élite extractiva que se fraguaron durante el franquismo y que tras la  llegada de la democracia se han servido de las instituciones para  funcionar como extractor de renta de los españoles para después sacar el  dinero del país. El expolio al que han sometido a las clases populares  por la vía de los impuestos y los recursos públicos han dejado en una  broma el que hicimos en las colonias de ultramar. El consejo de  Administración de Ferrovial ha decidido después de vivir de la teta pública hasta dejarla seca que se va a tributar a Países Bajos para generar aún más beneficios.

El actual propietario de Ferrovial es su hijo, Rafael del Pino Calvo  Sotelo, que como hombre hecho a sí mismo heredó una de las mayores  fortunas del país. El hijísimo no es la primera vez que se lleva dinero  fuera de España. Su sociedad personal, Rijn Capital BV, ya estaba  radicada en Ámsterdam para no pagar impuestos en España. Aunque siempre  han vivido del sector público de este país no llevan bien tributar aquí.  Ferrovial fue una de las empresas que se favoreció con el pelotazo de  las radiales y la famosa cláusula de salvaguarda llamada  "responsabilidad patrimonial del Estado", que garantizaba que las  empresas concesionarias de las radiales en el caso de no cumplirse con  las estimaciones de recaudación previstas se verían compensadas por el  Estado hasta cubrir las inversiones no amortizadas. No solo la  familia Del Pino tenía a su padre como garante de la fortuna, también a  papá estado garantizándole que no perdería ningún dinero. Hacer negocios disparando con pólvora del rey.

Los Del Pino no solo hacen carreteras radiales y obras públicas en  España, también venden armas, como las que se han mandado a Perú para  reprimir las movilizaciones indígenas a través de la empresa Maxam, de  la que la familia tiene un porcentaje. Las grandes familias parasitarias  tienen su representación en el consejo de Administración de Ferrovial y de la Fundación Rafael del Pino.  La carta fundacional de la fundación suena paradójica después de que  Ferrovial se vaya a tributar a Países Bajos: "He creado la Fundación  Rafael del Pino para devolver a la sociedad española parte de lo que  esta misma sociedad me ha dado a lo largo de mi vida personal y  profesional".

En la Fundación Rafael Del  Pino se encuentra José Ignacio Ysasi-Ysasmendi Pemán,  que es el nieto de José María Pemán y Pemartín, depurador de  maestros franquista que quiso pasar por poeta. Mónica de Oriol e Icaza,  que es la nieta de José María de Oriol y Urquijo, uno de los empresarios  que más activamente participó en la represión de republicanos, dueño de  Hidrola, que posteriormente se transformó en Iberdrola, y que fue el  responsable de realizar informes para la depuración de 80.000 desafectos  al régimen franquista cuando era jefe provincial de Falange en Vizcaya.  Carlos Espinosa de los Monteros y Bernaldo de Quirós, padre del  diputado de VOX Iván Espinosa de los Monteros. Su familia fue partícipe  directa de la represión republicana en manos de Eugenio Espinosa de los  Monteros. El general estuvo al mando de la columna de orden y policía de ocupación que entró en Madrid  tras la victoria fascista publicando un bando que obligaba a los  republicanos a presentarse en los campos de concentración temporales que  se montaron parra la depuración. Gente de bien. Antes depurando, ahora  eludiendo.

Por otro lado hace unos meses Rafael del Pino, declaró que sería bueno que Alberto Núñez Feijóo fuese el próximo presidente del Gobierno de España y así lo sugirió el pasado 10 de enero en un acto organizado por el diario Abc en Madrid patrocinado por su compañía. Lo que demuestra una tremenda cara dura, ya que las ayudas que ha recibido Ferrovial proceden del Gobierno actual y muchas de esas ayudas han sido destinadas a ERTES.

En conclusión, la decisión de Ferrovial y su presidente de no pagar impuestos en España es un claro ejemplo de cómo los intereses corporativos a veces van en contra de los intereses de la sociedad. Ferrovial debe actuar de una manera responsable y aceptar su deber de contribuir al esfuerzo nacional de recuperación económica mediante el pago de impuestos. La respuesta a la recuperación económica del país no consiste en evadir impuestos, sino en aceptar responsabilidades.

Por su parte, la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra ha propuesto este sábado "atar en corto" a Ferrovial y exigirle que "devuelva hasta el último euro que le dieron los españoles y las españolas Podemos, Ione Belarra ha propuesto este sábado "atar en corto" a Ferrovial y exigirle que "devuelva hasta el último euro que le dieron los españoles y las españolas  Estamos a la espera de saber quién se impondrá al final.

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