El movimiento se expande por toda Europa en contra de la violencia policial en EE. UU

Manifestaciones en las calles de Europa, Australia, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos, entre otros países, en protesta contra la brutalidad policial en EE.UU. y en apoyo al movimiento Black Lives Matter

Actualidad - Internacional08/06/2020J. Ángel RuizJ. Ángel Ruiz

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Miles de personas se han manifestado este sábado en las calles de Europa, Australia, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos, entre otros países, en protesta contra la brutalidad policial en EE.UU. y en apoyo al movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan), en medio de la ola de indignación y críticas tras el asesinato del afroamericano George Floyd, el 25 de mayo en Minneapolis.

Las continuas protestas mundiales, que no han cesado desde entonces con epicentro en ciudades estadounidenses, reflejan el descontento por el trato de policías a las minorías étnicas, que tuvo su más reciente episodio en el asesinato de Floyd, cuando un agente de policía lo inmovilizó esposado, y con una rodilla en el cuello durante casi nueve minutos, mientras sus compañeros se mantenían al margen y el afroamericano pedía auxilio y decía “no puedo respirar”.

En varios países, las protestas por el asesinato de Floyd se han extendido a la denuncia de casos nacionales de maltrato policial.

Europa ha sido testigo de una ola sin precedentes de manifestaciones antirracistas que han atraído a decenas de miles de personas a las calles.

En Londres, miles de manifestantes ignoraron el clima húmedo para congregarse en la Plaza del Parlamento, usando mascarillas por la amenaza del coronavirus y agitando pancartas.

El ministro del Interior, Priti Patel, instó a la gente a no protestar en vista de la pandemia, que ha matado a más personas en Gran Bretaña que en cualquier otro lugar del mundo fuera de Estados Unidos.

En Berlín, los manifestantes llenaron el Alexanderplatz central, mientras que hubo protestas también en Hamburgo y Varsovia.

En París, las autoridades prohibieron las manifestaciones previstas en el exterior de la embajada de Estados Unidos y en los prados cercanos a la Torre Eiffel.

Sin embargo, varios cientos de manifestantes, algunos con carteles con la frase “Las vidas negras importan”, se reunieron en la Plaza de la Concordia, cerca de la embajada.

En Brisbane, la policía estimó que 10 000 personas se unieron a una protesta pacífica, llevando mascarillas y sosteniendo carteles de Black Lives Matter. Muchos se cubrieron con banderas indígenas, pidiendo que se pusiera fin al maltrato policial a los indígenas australianos.

En Sídney, una decisión judicial de última hora prohibió las protestas debido a las restricciones para frenar el coronavirus cuando miles de personas marcharon, en medio de una fuerte presencia policial, cantando: “¿Las vidas de quién importan? Las vidas de los negros importan”.

También se celebraron marchas en Melbourne, Adelaida y otras ciudades australianas.

En Tokio, los manifestantes protestaron contra lo que dijeron que era el trato policial a un hombre kurdo que dice que fue detenido mientras conducía y empujado al suelo, dejándole con hematomas.

En Seúl, se reunieron docenas de activistas surcoreanos y residentes extranjeros, algunos con máscaras negras que decían “no puedo respirar” en coreano, haciéndose eco de las últimas palabras de George Floyd mientras yacía en la acera. Otros participaron en una “protesta fotográfica viral” en línea.

La ciudad de Washington coloca un mural Black Lives Matter cerca de la Casa Blanca.

La ciudad de Washington coronó el viernes casi una semana de manifestaciones contra la brutalidad policial pintando el lema “Black Lives Matter” con enormes letras amarillas en la calle que conduce a la Casa Blanca, en una muestra patente de la aceptación del Gobierno local al movimiento de protestas, lo que aumenta aún más sus desavenencias con el presidente Donald Trump.

La alcaldesa Muriel Bowser dijo que la pintura realizada por trabajadores de la ciudad y artistas locales a lo largo de dos manzanas tiene como fin enviar un mensaje de apoyo y solidaridad a los estadounidenses indignados por el homicidio de George Floyd, cometido por la policía en Minneapolis a finales de mayo, informó AP.

En tanto, el Distrito de Columbia es este sábado escenario de una movilización que se prevé atraiga a decenas de miles de personas a una ciudad en la que continúan vigentes diversas restricciones por el coronavirus.

“Sabemos lo que está sucediendo en nuestro país. Hay mucha ira. Hay mucha desconfianza hacia la policía y el gobierno”, dijo la alcaldesa en conferencia de prensa. “Hay gente que anhela ser escuchada y vista, que se le reconozca su humanidad. Tuvimos la oportunidad de enviar ese mensaje fuerte y claro en una calle muy importante de nuestra ciudad”.

Las letras y una imagen de la bandera de la ciudad abarcan lo ancho de la Calle 16ma hacia el norte de la Plaza Lafayette. El mural termina cerca de la Iglesia Episcopal de St. John, donde Trump se fue a sacar una foto el lunes después de que agentes con equipo antidisturbios lanzaran gas lacrimógeno y cargaran contra los manifestantes para abrirle paso al mandatario y su comitiva.

Un letrero identifica ahora esa sección de la Calle 16ma cerca de la Casa Blanca como la “Plaza Black Lives Matter”.

Bowser se ha quejado de la mano dura de las autoridades federales al enfrentar las protestas y solicitó el retiro de los efectivos de la Guardia Nacional foráneos.

La funcionaria afirma que las diferencias con el Gobierno de Trump ponen de relieve la necesidad de que el Distrito de Columbia sea un estado y tenga mayor control sobre sus asuntos. Esas diferencias también pueden reflejar el hecho de que Trump es muy impopular en el distrito, donde Hillary Clinton ganó con alrededor del 90% de la votación en los comicios presidenciales de 2016.

Guardia Nacional desplegó a más de 43 000 militares para detener protestas y disturbios en EEUU

La Guardia Nacional de Estados Unidos informó que ya ha desplegado a más de 43 300 militares en todo el país para atajar las protestas y disturbios generados por el asesinato del afroamericano George Floyd durante una detención policial en Minneapolis.

“Hoy hay más de 43 300 miembros de la Guardia Nacional desplegados en 34 estados y el DC en apoyo a las fuerzas de seguridad ante los disturbios civiles, mientras que hay más de 37 000 militares de la Guardia que siguen apoyando a la respuesta por la COVID-19”, ha publicado la Guardia Nacional en su cuenta oficial en Twitter.

Esas cifras suponen un despliegue adicional de 1 800 militares con respecto al viernes, lo que refuerza la tesis de la respuesta “dura” que defiende el presidente estadounidense, Donald Trump, ante el movimiento de indignación por el asesinato de Floyd mientras estaba detenido y esposado por policías.

Multitudinarias marchas pacíficas en Estados Unidos

Manifestantes en la calle donde fue pintado el letrero gigante "Black Lives Matter". Foto: AP:
Miles de personas se han congregado en las principales ciudades de Estados Unidos este sábado en otra jornada para protestar por la violencia racista institucional, aunque la mayor marcha está prevista en Washington, donde la Casa Blanca se ha blindado para evitar disturbios.

Más de una semana después del inicio de las protestas, las autoridades esperan que la marcha de este sábado sea la más concurrida y podría llegar a decenas de miles de asistentes. “Esperamos grandes manifestaciones y esperamos que las protestas sigan siendo tan pacíficas como han venido siendo los últimos días”, afirmó el pasado jueves el jefe de la Policía de Washington, Peter Newsham, quien ha destacado que no ha habido arrestos durante las protestas desde el martes.

El pasado fin de semana, la policía empleó balas de goma y gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes frente a la Casa Blanca cuando algunos lanzaron botellas de agua y ladrillos contra las barreras de las fuerzas de seguridad. También se incendiaron coches y se rompieron ventanas de edificios de oficinas en las manzanas colindantes con la Casa Blanca.

Precisamente desde el jueves se ha levantado una nueva valla en el perímetro de la Casa Blanca que se suma a la de 2.5 metros que se levantó en la plaza Lafayette previamente. Los parques que rodean a la sede presidencial, normalmente accesibles, están ahora cerrados al público y seguirán así al menos hasta la semana próxima.

La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, ha afirmado que es “triste” que “la Casa y sus habitantes tengan que ser protegidos con muros (…) Nos gustaría que la Casa Blanca estuviera abierta para la gente pudiera acceder”.

Bowser ha criticado la postura del presidente Donald Trump y ha rebautizado una de las plazas que están frente a la Casa Blanca como plaza Black Lives Matter. También ha sido pintado un enorme letrero “Black Lives Matter” en una de las calles que terminan en el recinto presidencial.

De hecho, la alcaldesa del DC ha pedido a los gobernadores que retiren a sus militares de la Guardia Nacional de Washington porque fueron traídos “sin mi conocimiento y sin haberlos pedido”.

Muchos vecinos han mostrado su malestar por el envío de fuerzas militares federales a la zona de la Casa Blanca con helicópteros, soldados armados y vehículos blindados en las calles. El Distrito de Columbia es un territorio, no un estado, por lo que no tiene competencias para impedir el uso de fuerzas federales.

En contraste con las últimas movilizaciones multitudinarias en Washington, como la Marcha de las Mujeres o la Marcha por Nuestras Vidas por el control de armas, en esta ocasión no hay un único grupo convocante ni hay un estrado con una lista de oradores. Son protestas fluidas por toda la ciudad entre la Casa Blanca, el Monumento a Lincoln y el Capitolio.

El viernes hubo marchas y reuniones en Atlanta, Los Ángeles, Mineápolis, Miami, Nueva York y Denver, entre otros lugares, y los manifestantes se reunieron de nuevo, bajo la lluvia, frente a la Casa Blanca.

Las protestas nocturnas fueron en su mayoría pacíficas, pero la tensión se mantiene, pese a que las autoridades de varios lugares toman medidas para reformar los procedimientos policiales.

Un juez federal de Denver ordenó a la policía de la ciudad que deje de usar gases lacrimógenos, balas de plástico y otros dispositivos “no letales”, como granadas de destello, y en su fallo citó ejemplos de manifestantes y periodistas que fueron heridos por la policía.

“Se trata de manifestantes pacíficos, periodistas y médicos que han sido blanco de tácticas extremas destinadas a reprimir disturbios, no a suprimir manifestaciones”, escribió en el fallo el juez de distrito de R. Brooke Jackson.

En Minneapolis, los líderes demócratas de la ciudad votaron para poner fin al uso de la sujeción con la rodilla y técnicas asfixiantes en las que se aplica presión en el cuello, mientras que el gobernador de California, Gavin Newsom, dijo que pondrá fin a la capacitación de la policía estatal en la sujeción de la carótida, similar a la técnica utilizada en el caso de Floyd

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