1 de Mayo, día de la clase trabajadora.

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Como cada año, desde 1888, la clase trabajadora se moviliza para exigir sus derechos y su dignidad. Desde entonces, en el curso del tiempo, gracias a la lucha de generaciones, ha sido posible en muchos países acabar con el trabajo infantil, ganar la jornada laboral de 8 horas, mejorar las condiciones de trabajo, reducir las desigualdades por razones de género, acceder a la sanidad pública y conquistar un sistema de pensiones públicas. Todo ello ha sido ganado con mucho esfuerzo y sacrificio. Hoy más que nunca debemos poner en el centro de nuestras reivindicaciones la precariedad laboral y salarial j, que se ve muy afectada con la Covid19, con la necesidad de mantener el escudo social propuesto por el Gobierno de la nación.

En los últimos años hemos aprendido que estas conquistas, si no se defienden, se pueden perder.

La mayoría de los medios de comunicación, presionados por el poder financiero, se han dedicado a defender las ideas de los que más tienen, tratando de hacernos creer, que el individualismo y la competencia es el mejor camino, nosotros siempre apostaremos por la solidaridad colectiva, lo común frente a la ambición y el egoísmo individual.

La misma lógica se manifiesta en los impuestos, con el axioma del que menos tiene es el que más paga. Nosotros abogamos por impuestos progresivos, invirtiendo la pirámide, así el que más tiene sea el que más pague

Han degenerado los servicios esenciales, que ahora quedan fuera de la posibilidad de muchos trabajadores, como la educación, la sanidad, la energía, el agua, el transporte aéreo, residencias de mayores, servicios sociales, funerarias, etc, etc. Servicios que se han convertido en suculentos negocios a costa del dinero de todas y todos, rebajando la calidad y las condiciones de trabajo, en muchos casos indignas para las trabajadoras y trabajadores.

El caso más llamativo en estos días son las Residencias de Mayores donde denunciamos públicamente la escasez de recursos personales y económicos. Defendemos fervientemente unos cuidados de nuestros mayores que estén basados, protegidos y gestionados dentro de lo Público, donde se aparten, de una vez por todas, las manos especulativas de corporaciones y empresas sin escrúpulos.

Se ha establecido en el conjunto de la sociedad el debate de cómo debemos de salir de esta crisis, siguiendo el modelo de la crisis del 2008, que demostró ser un fracaso para la clase trabajadora, y como consecuencia nos trajo más hambre, más paro, más precariedad,... o procurandono dejar a nadie atrás con la ampliación de derechos y protección de nuestro bienestar social.

Desde el Colectivo “Albacete en Defensa de las Pensiones Públicas”,miembro de la Coordinadora Estatal en defensa del Sistema de Pensiones (COESPE), animamos a toda la clase trabajadora este 1 de mayo a recuperar la identidad y voluntad de defensa de nuestros derechos. Por ello, este día los pensionistas de este país alzamos la voz para decir claramente que no vamos a permitir que se nos recorten ninguno de los avances obtenidos en nuestro Sistema Público de Pensiones.

En este día llamamos a toda la ciudadanía y a los movimientos sociales a desplegar una persistente y extensa acción en todo el Estado para recuperar el carácter público de la sanidad, que se ha visto golpeada intensamente con la crisis del Covid19 que estamos viviendo.

Esperamos, que más pronto que tarde, con el esfuerzo de todas y todos, seamos capaces de construir una sociedad más justa, más amable y más comprometida con el ser humano. Hoy, sin duda, es buen momento para reclamar una atención especial a los Cuidados que fundamentalmente están ejercidos por mujeres y un reconocimiento sincero y agradecido a todas y todos los trabajadores del sector público, de los servicios y de cualquier ámbito que se han enfrentado en primera línea a esta pandemia brutal.

Gobierne quien Gobierne las pensiones y los servicios públicos se defienden.