Ni memoria democrática ni cordón sanitario: PSOE, PP y Vox cierran filas con Martín Villa

Más allá de sus diferencias, son tres partidos al servicio de un régimen que en su día patrocinó el turnismo bipartidista y que ahora blanquea sin tapujos a la ultraderecha.

Política - Investigación 26/01/2022 Javier Lezaola

El régimen del 78 ha vuelto a cerrar filas este martes. El PSOE, el PP y el partido ultraderechista Vox han unido sus votos en la Mesa del Congreso para rechazar dos comparecencias ante la Comisión Constitucional de la Cámara: la de Rodolfo Martín Villa, ministro de Relaciones Sindicales entre 1975 y 1976 y de Gobernación/Interior desde 1976 hasta 1979, y la de Félix Bolaños, actual ministro de Presidencia y Memoria Democrática del Gobierno de coalición.

Las comparecencias las había solicitado EH Bildu a raíz de las declaraciones que Martín Villa realizó el pasado 17 de enero en el desayuno informativo que el foro de debate Nueva Economía Fórum, vinculado a las empresas más potentes de España, celebró en su honor, desayuno informativo en el que el exministro aseguró que las numerosas muertes de disidentes a manos de las fuerzas policiales o de organizaciones ultraderechistas durante su etapa como ministro de Relaciones Sindicales y de Gobernación/Interior no formaban parte de ningún plan sistemático –como sostiene la juez argentina María Servini, que le imputa, en virtud del principio de justicia universal 12 de esos “homicidios agravados” (asesinatos)–, pero también reconoció que sí pudo ser responsable “político” e incluso “penal” de aquellas muertes. EH Bildu solicitó la comparecencia de Martín Villa para que informara precisamente sobre su “implicación y autoría” en esos “graves crímenes y vulneraciones de derechos humanos, homicidios y torturas” que le imputa Servini, y la de Bolaños para que lo hiciera sobre las acciones políticas y legales que adoptará el Gobierno tras las “sumamente graves” declaraciones del exministro.

Sin embargo, PSOE, PP y Vox han unido sus votos este martes para rechazar ambas comparecencias, dejando sola a Unidas Podemos en el apoyo a las mismas. La decisión de PSOE, PP y Vox es política, aunque –según fuentes de la Mesa del Congreso consultadas por LUH– los tres partidos han preferido escudarse en una cuestión técnica: la propuesta de los Letrados de la Cámara, que han considerado que no procede admitir a trámite la solicitud de ninguna de las dos comparecencias: la de Martín Villa porque ya no es un ministro en el ejercicio de su cargo sino “un particular”, y la de Bolaños, que sí es un ministro en el ejercicio de su cargo, porque la solicitud de su comparecencia no versa sobre cuestiones relativas al actual Gobierno sino a uno anterior.

Más allá de que coincida con la propuesta –por supuesto, no vinculante– de los Letrados del Congreso –cuyo Letrado Mayor, Carlos Gutiérrez Vicén, fue nombrado durante la etapa de la mayoría absoluta del PP de Mariano Rajoy, pero al que la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet (PSOE), ha decidido mantener en su puesto–, la decisión del PSOE de unir sus votos a los de PP y Vox es política, pues en otras ocasiones el partido liderado por Pedro Sánchez ha votado en contra de solicitudes de comparecencia que los Letrados del Congreso propusieron admitir a trámite. Y esa decisión política supone un nuevo cierre de filas del régimen del 78 con Martín Villa, figura clave del franquismo, del proceso político de Transición del franquismo al régimen del 78 y del propio régimen del 78.

Cabe recordar que en septiembre de 2020, con motivo de la declaración de Martín Villa ante Servini –imputado por nada menos que el homicidio agravado de un total de 12 personas: José Castillo, de 32 años; Bienvenido Pereda, de 30; Pedro Mª Martínez, de 27; Romualdo Barroso, de 19; Francisco Aznar, de 17; Normi Mentxaka, de 44; Josu Zabala, de 24; Arturo Ruiz, de 19; Rafael Gómez Jauregi, de 78; José Luis Cano, de 28, y Francisco Javier Núñez, de 38–, apoyaron al exministro expresamente y por escrito, entre otros, los dos ‘padres de la Constitución’ vivos –Miguel Herrero y Miquel Roca–, los cuatro expresidentes del Gobierno vivos –Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy–, los exministros Marcelino Oreja, Rafael Arias-Salgado, Josep Borrell –que ya ocupaba su actual cargo de alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad– y Eduardo Serra, dos de los tres ex secretarios generales de CCOO vivos –Antonio Gutiérrez y José María Fidalgo– y los dos ex secretarios generales de UGT vivos –Nicolás Redondo y Cándido Méndez–.

Que el PSOE –partido del que forman parte Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Josep Borrell, Nicolás Redondo o Cándido Méndez o del que Antonio Gutiérrez ha sido diputado en el Congreso– haya vuelto a unir sus votos este martes a los del PP –cuyo germen, AP, fue fundado por seis ministros de Franco y un procurador en las Cortes franquistas y del que forman parte José María Aznar, Mariano Rajoy, Marcelino Oreja, Rafael Arias-Salgado, del que ha sido ministro Eduardo Serra o al que es próximo José María Fidalgo– y a los de Vox, la escisión ultraderechista del propio PP, para cerrar filas con Martín Villa es un escándalo pero no sorprende demasiado.

Martín Villa ayudó a forjar entre 1975 y 1979, desde su cargo de ministro primero de Relaciones Sindicales y después de Gobernación/Interior –hasta el punto de ser conocido como ‘La porra de la Transición’–, el régimen del 78, en el que además de político ha sido presidente de empresas como Endesa, cuya privatización ejecutó por encargo del Gobierno de Aznar, y Sogecable. Martín Villa en el franquismo fue procurador en las Cortes y en el régimen del 78 ha sido del diputado en el Congreso que hoy ha rechazado su comparecencia con los votos de PSOE, PP y Vox, los tres partidos con mayor representación en la Cámara, donde suman tres cuartos de los diputados. Martín Villa se explayó el pasado 17 de enero en el desayuno informativo que el foro de debate Nueva Economía Fórum, vinculado a las empresas más potentes de España, celebró en su honor, pero no comparecerá ante el Congreso porque el PSOE ha decidido unir sus votos no a los de Unidas Podemos –formación con la que tras las generales de noviembre de 2019 se vio empujado a formar gobierno pero sólo por necesidades aritméticas– sino a los de PP y Vox.

Y es que PSOE, PP y Vox han vuelto a cerrar filas, en este caso con Martín Villa, porque –más allá de sus diferencias– son tres partidos al servicio de un régimen que en su día patrocinó el turnismo bipartidista y que ahora, ante el colapso de ese turnismo bipartidista, blanquea sin tapujos a la ultraderecha. Un régimen, como bien sabe el propio Martín Villa –que durante su etapa como ministro dirigió la destrucción de miles de archivos policiales comprometedores–, heredero directo del franquismo y en el que nunca ha existido memoria democrática digna de tal nombre ni existe un cordón sanitario para protegerse de la ultraderecha.

Fuente:laultimahora.es

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