La respuesta al titular del artículo deberíamos buscarla en la vinculación de algunas grandes empresa con gobiernos autonómicos y administraciones públicas, en particular  en Castilla la Mancha habría que explicar a la ciudadanía el Caso  Incarlopsa, una supuesta trama de favores que vincula a esta empresa con el Gobieno de Emiliano García Page vínculos que todo el mundo sabe, ya que está empresa cárnica ha donado grandes cantidades económicas a la Fundación Impulsa, fundación estrechamente vinculada al Gobierno de Castilla-La Mancha, como es obvio el ejecutivo de Emiliano García Page, ha respondido a esas donaciones con subvenciones a macrogranjas proveedoras y vincudas a incarlopsa.

Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha, firmada el 21 de septiembre de 2017, asegura que el gobierno autonómico trabajó bajo las órdenes de la empresa.

La contundente decisión judicial considera inaudito que el gobierno autonómico, en lugar de sancionar las situaciones de maltrato animal ocurridas en el matadero, se dedicase a perseguir a quienes las denunciaban. El acoso a los veterinarios comenzó en el gobierno de María Dolores de Cospedal (PP) y concluyó con la sanción a los trabajadores durante el gobierno de García-Page (PSOE) y su consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz.

¿Porque algunos barones socialistas no les ha gustado las palabras del Ministro Garzón sobre las macrogranjas?

Garzón ha puesto en la diana al looby de las macrogranjas, algo que no ha gustado nada a varios barones socialistas como Lambán o García-Page, ¿porque?.

 La respuesta es muy clara, el beneficio económico y el trato de favores que vinculan a estas empresas con estos gobiernos autonómicos.

Por comunidades autónomas la que más macrogranjas instaladas tiene es Aragón, presidida por el socialista Lambán, le sigue sigue Castilla y León que cuenta con una producción de cuatro millones de cerdos, Pero es Castilla-La Mancha (CLM) la que está sufriendo más de peticiones de nuevas naves para porcino intensivo. En menos de dos años se han disparado las macrogranjas de cerdos, con Albacete, Cuenca y Toledo a la cabeza, comunidad presidida por el socialista Emiliano García-Page.

Garzón tiene razón en lo que dice, las macrogranjas contaminan, destruyen empleo y generan despoblación.

Un  estudio del Institute for Agriculture and Trade Policy que concluye que este tipo de ganadería destruye empleos, ya que al ser explotaciones muy automatizadas requieren muy poca mano de obra, y los trabajos que crea son, precarios y mal pagsdos, Informan también de que hay infinidad de pueblos en España donde la ganadería industrial no ha frenado la despoblación, sino que la ha agravado. Un ejemplo claro de lo que dice el informe lo podríamos ven en un pueblo de la provincia de Albacete concretamente en Balsa de Ves con 131 vecinos, donde se crían unos 100.000 cerdos al año y que ha perdido un 40% de sus vecinos desde que se instaló la macrogranja en 2006.

A todo esto hay que sumar la contaminación que generan estas naves, contaminación del agua, malos olores e invasión de insectos.

¿Debe dimitir un ministro que dice la verdad sobre lo que genera las macrogranjas? 

La respuesta es No, en ningún momento Garzón ha cuestionado a los ganaderos o a la ganadería tradicional, es más, ha defendido al sector frente al loby de la macrogranjas, algo que algunos ganaderos no han entendido, más bien seguidos de la ignorancia o por un bulo intencionado.

Respecto a lo que se dice de la calidad de la carne, es obvio que un cerdo que se cría libremente en la dehesa extremeña es de mejor calidad que un cerdo que está hacinado en una macrogranja comiendo pienso adulterado.

.Por último ésta polémica generada por un bulo sobre la ganadería sólo beneficia al interés económico de algunos y al interés electoral de otros. Los ganaderos deberían estar más preocupados del looby  de las macrogranjas que de un bulo.