El Gobierno prevé que el Estatuto del Cooperante vea la luz en 2023

La misma previsión mantuvo Cancela para los otros tres proyectos de real decreto que “deben desarrollar de forma reglamentaria la nueva Ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global aprobada en febrero”: reforma de la Aecid, nueva cooperación financiera y modificación de la normativa de subvenciones relativa a la cooperación descentralizada.

Según explicó, los cuatro borradores se encuentran “muy avanzados y ya fueron presentados a consulta pública, con una alta participación”.

Cancela indicó que su plan de trabajo inicial consideraba que la celebración de elecciones generales tendría lugar a finales de año. “El adelanto electoral nos trastocó un poco el calendario”, admitió, aunque “lógicamente, hemos de adaptarnos a la situación política” y “en cuanto a finales de octubre tengamos nuevo gobierno, seguiremos trabajando en su tramitación”.

Por eso, pese a este “pequeño parón”, la previsión es que “todo el desarrollo reglamentario de la reforma del sistema de cooperación pueda estar aprobado a finales de año”, avanzó.

CARRERA PROFESIONAL

En rueda de prensa, el director de la Aecid en funciones, Antón Leis, afirmó que el Estatuto de las Personas Cooperantes busca garantizar “una carrera profesional digna y atractiva a estos profesionales”, con un doble objetivo: “Atraer nuevo talento y retener el que ya existe”.

El 80% de los profesionales de la cooperación internacional española (trabajadores de la Aecid, ONG, organismos internacionales y órdenes religiosas) tienen más de 35 años”, subrayó. Esto tiene una “parte positiva”, pues el personal posee una amplia experiencia, valoró, pero también se requiere “impulsar un relevo generacional y atraer nuevas vocaciones”.

De ahí la necesidad de que el Estatuto del Cooperante previsto en la nueva Ley de Cooperación vea por fin la luz, a fin de proporcionar mejores condiciones laborales a estos profesionales y a sus familias.

En este sentido, Leis destacó que aunque el 53% de estas personas son mujeres, “hemos detectado que existe un freno en el desarrollo de su carrera”, que sin duda tiene que ver con la conciliación.

RELEVO

La secretaria de Estado indicó que “hace tiempo, hubo un llamamiento muy fuerte a la sociedad para que se acercase al mundo de la cooperación, que vivió un boom”. Tras ello, vinieron unos años de impás”, prosiguió, “motivados también por la reducción de recursos".

“Las personas que se incorporaron en aquel momento a la cooperación internacional continúan”, pero “es preciso impulsar un relevo generacional para que profesionales jóvenes, altamente formados y especializados, se acerquen a ella”.

El Estatuto de las Personas Cooperantes pretende reconocer el papel fundamental de los trabajadores y las trabajadoras al servicio de la cooperación. Busca introducir mejoras en sus condiciones laborales y se sentarán las bases de una carrera profesional para asegurar la atracción, retención, capacitación y promoción del talento.

Con todo, Cancela y Leiss coincidieron en que la ligera reducción de cooperantes apreciada este año (son 95 menos que en 2022) “no representa una pérdida significativa”.

A su juicio, se debe “al empeoramiento de las condiciones en algunos países concretos”, como Sudán, donde el número de cooperantes se redujo de forma drástica.