Feijóo empieza a sondear al PNV y a Vox

En su discurso en abierto ante la Junta Directiva Nacional del PP, el máximo órgano de la formación entre congresos, Feijóo explicó que desde esta misma mañana tuvo contactos con distintas fuerzas políticas para tratar de lograr “un Gobierno estable en España en las próximas semanas” tras ser el PP el ganador de los comicios generales de este 23 de julio.

“España no puede permitirse alianzas a la contra ni bloqueos”, sentenció Feijóo, antes de subrayar que “las urnas nos han dicho que hemos de romper los bloques políticos con acuerdos en aquello que podamos coincidir con una mayoría para desbloquear el país y ser coherentes con el mandato directo de las urnas”.

De tal forma, Feijóo hizo hincapié en que “los españoles no pueden quedar atrapados ni en bloques ni en bloqueos ni permitir que nuestro país se balcanice”. “Haremos lo que esté en nuestra mano y más para evitarlo”, recalcó el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, señalando que es consciente de “la enorme dificultad” que entraña el objetivo que plantea.

En cualquier caso, indicó que desde que decidió dar el paso para liderar el PP sabía que “ofrecer este cambio histórico” a España “no era fácil” y menos en 15 meses al frente del PP. “Creo que merece la pena intentarlo. No voy a renunciar a lograrlo”, recalcó en la Junta Directiva Nacional convocada para analizar la situación tras el 23-J.

Ante la plana mayor del PP, Feijóo informó de que ayer por la noche tuvo un contacto con el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y señaló que ambos quedaron en hablar una vez que se conociera el escrutinio final del voto CERA. “He hablado con el líder de UPN, que me ha confirmado ya el apoyo ante una hipotética investidura”, dijo.

También lo hizo, según explicó, con el presidente de CC, “con quien se ha abierto el camino al mismo efecto”. Igualmente, señaló que “ha habido ya un contacto con el presidente del PNV” que espera “ampliar en los próximos días”. “Y también he hablado con el presidente de Vox”, señaló Feijóo.

Con respecto a este contacto con Santiago Abascal, comunicó que ambos han “quedado en continuar conversaciones a lo largo de la semana también con el planteamiento de si está dispuesto o no a apoyar un cambio del gobierno sanchista”. A su juicio, el resultado del 23-J “permite poner en marcha una legislatura” y “un Gobierno para trabajar por la gobernabilidad de España”.

Feijóo también aprovechó esta intervención para recalcar las “pocas posibilidades de cambiar el segundo puesto” que tenía el PP cuando él llegó a la dirección tras la crisis sin precedentes que estalló en febrero del año y pasado y que acabó con el liderazgo de Pablo Casado tras su enfrentamiento abierto con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

“Hoy se reúne aquí un partido distinto, un partido unido, recuperado y de nuevo e primer partido de España después del 28-M y confirmado ayer mismo”, resaltó Feijóo al hacer balance de “los datos irrefutables” de unas elecciones en las que el PP creció en tres millones de votos y en 47 escaños. “Parecía imposible cuando asumí la Presidencia”, insistió.

EXPECTATIVAS

En todo caso, sí admitió que “no hemos alcanzado todas nuestras expectativas”. “No me arrepiento de exigirme ganar por mucho frente a los partidos que se conforman con perder por menos”, aseveró, para a continuación volver a defender que “España necesita un cambio y un tiempo nuevo” con “moderación y entendimiento”.

Feijóo dibujó “tres posibles escenarios” posibles dados los resultados del 23-J. La primera, sostuvo, es que se permita gobernar a quien ha ganado las elecciones, que es “el criterio permanentemente seguido” en la “historia democrática constitucional española”. El segundo, indicó, es “el bloqueo”.

Ya el tercero sería que “todos quienes han perdido exploren una mayoría alternativa con el apoyo explícito o tácito de los partidos populistas y por supuesto de los partidos independentistas”. En su caso, subrayó que en el PP no serán “rehenes de la voluntad de nadie, tampoco del candidato socialista Sánchez”.

Por ello, si Sánchez “no acepta el diálogo con el PP, exploraremos todas las vías para dotar a España de un Gobierno y hacerlo lo antes posible” frente a la “opción de la coalición de perdedores con aún mayores exigencias y presencias de los independentistas”. “Creo honradamente que sería un escenario implanteable”, enjuició.

Aludió así a cómo Sánchez podría ofrecer “más poder y más capacidad de decisión que nunca para condicionar el Gobierno” a los partidos independentistas y cómo esto se traduciría en “erosionar las instituciones y avanzar en la quiebra de la nación”. Ahora, remachó, el nuevo Gobierno ha de salir de “un acuerdo de partidos que puedan pensar distinto pero que tengan como objetivo común el desarrollo económico, social e institucional de nuestro país”.