SIN PELOS EN LA LENGUA

No me produce alegría la muerte de nadie, pero de ahí a llorar a moco tendido y crear desconsuelo por el fallecimiento de una señora casi centenaria cuyo imperio ha provocado guerras, recordemos las Malvinas, y ha apoyado en armamento y económicamente a dictaduras como las de Videla o Pinochet, me parecen hechos muy inhumanos y caóticos.

Sin caer en la demagogia mediática, a mi personalmente me duele la pérdida de inmigrantes en pateras, agonías en el Mediterráneo por alcanzar una vida mejor, muertes de trabajadores en el tajo por una miseria de jornal, infinitas mujeres víctimas del machismo, o ataques de homofobia y racismo.

No todo vale en esta vida, ni hacer circo o revolución estrambótica tienen cabida en todos los lados. Detalles de los más descabellados ante el acontecimiento ha sido decretar días de luto por parte de las comunidades de Madrid y Andalucía. Insólito, pero a la vez muy propio dado las personalidades nimias de sus dirigentes, aún a sabiendas que se trata de un comportamiento anticonstitucional porque el luto por la muerte de un dirigente extranjero es una potestad exclusiva del Estado.
Me extraña que a la movida no se haya sumado Castilla y León.

Paradojas de la vida, a la viejita inglesa la respetan más allá de sus posibilidades, y ante el fallecimiento de la escritora madrileña Almudena Grandes, su alcaldía no creyó necesario hacerla hija predilecta, y ni siquiera en su funeral hicieron acto de presencia. Otro punto que tampoco hay que olvidar es el caso omiso que hicieron a la memoria de Miguel Hernández, poeta del pueblo, destruyendo sus versos en un cementerio. A la basura sus poemas pero a media asta la banderita por una monarca que ni les va ni les viene. 

¡España ese lugar extraño, donde la realidad supera a la ficción!.

Gloria VS

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