Los favoritos de Ferreras

El panorama televisivo de España es particular. Por un lado, dos grandes grupos, uno controlado por el Grupo Planeta y el otro propiedad de Silvio Berlusconi, son los dueños de las cuatro grandes cadenas privadas generalistas: el primero, de Antena 3 y laSexta, y el segundo, de Telecinco y Cuatro. Por otro lado –o por el mismo–, la televisión pública de ámbito estatal, TVE, y sus Servicios Informativos suelen estar, y ahora mismo lo están, controlados de facto por gente tan de derechas o más que Berlusconi y que los dueños de Planeta.

Así las cosas, no extraña que los dueños del Grupo Planeta decidieran en su día hacer pasar por una cadena de televisión “de izquierdas” a una de sus dos cadenas generalistas, laSexta, y poner como director de la misma a Antonio García Ferreras, que ya había sido director de la Cadena SER, propiedad del Grupo PRISA y hecha pasar por una cadena de radio también “de izquierdas” –a pesar de que el grupo tiene un origen claramente franquista o un accionariado encabezado por un fondo de inversión estadounidense– en el igualmente particular panorama radiofónico de España.

El propio Ferreras reconoce y destaca al comisario jubilado del Cuerpo Nacional de Policía José Manuel Villarejo el papel que en el régimen del 78 desempeñan esos medios de comunicación “de izquierdas” en general y laSexta en particular cuando le dice –y así lo atestiguan los audios del ‘FerrerasGate’– “cuando nosotros [laSexta] les damos una hostia a ellos [Podemos], ellos sufren de cojones” o “un día que pillen a los de Podemos, el que nosotros demos la noticia es demoledor”.

Pero el papel de laSexta como televisión presuntamente “de izquierdas” no se limita a ir “con ello”, es decir con información falsa contra Podemos procedente de digitales ultras como ‘OKdiario’, a sabiendas de que su contenido es “demasiado burdo”, también incluye silenciar a partidos de izquierdas como el propio Podemos –la mayor formación de la coalición Unidas Podemos, la que más diputados tiene (una veintena) del grupo parlamentario de UP en el Congreso y que cuenta con dos ministras en el primer Gobierno de coalición de la historia del régimen del 78–, ERC o EH Bildu, las dos formaciones de izquierdas con más diputados del bloque de investidura –13 y cinco, respectivamente– que facilitó la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Ejecutivo de coalición de PSOE y UP.

Al Rojo Vivo’, que laSexta emite de lunes a viernes por la mañana, y ‘La Sexta Noche’, que la cadena del Grupo Planeta emite los sábados por la noche, son los dos programas políticos de referencia de la cadena que dirige Ferreras –que además conduce personalmente el primero de ellos–, junto con ‘El Objetivo’, que conduce Ana Pastor, y los especiales que conduce el propio Ferreras con motivo de citas electorales y otros acontecimientos políticos de trascendencia.

Con repasar los dos últimos años de cualquiera de esos programas basta para comprobar las pocas veces que han pasado por sus platós o por sus dúplex –conexiones en directo con otros puntos desde los propios platós– dirigentes políticos o institucionales de Podemos pero también de ERC o de EH Bildu. Y con contrastar esas pocas veces con el largo desfile no sólo de dirigentes políticos e institucionales de formaciones como Más país –dos diputados– o Compromís –un diputado– sino también de formaciones integradas en UP que no son Podemos y de formaciones de ámbito autonómico como Más Madrid o Adelante Andalucía basta para concluir que el comportamiento de la cadena “de izquierdas” experta en “hostias” que hacen sufrir “de cojones” no es casual.

¿Qué pintan expolíticos “de izquierdas” como José Bono, Gaspar Llamazares o Cristina Almeida cada dos por tres en los platós de laSexta? Ferreras sabrá y es su decisión como director de la cadena “de izquierdas” del Grupo Planeta, pero –como cualquier decisión de ese tipo– no es casual

A nadie se le escapa que Bono siempre ha sido, y sigue siendo, uno de los representantes más genuinos del ala más de derechas del PSOE

Todo el mundo sabe también que Llamazares, secretario general de Actúa –partido “de izquierdas” presidido por Baltasar Garzón y del que no se sabe muy bien si ya está disuelto o todavía no–, ha sido el coordinador general de Izquierda Unida más próximo al PSOE y que, como candidato a la Presidencia del Gobierno, llevó a la coalición, en las generales de 2004 y sobre todo 2008, a los peores resultados electorales de su historia.

En cuanto a Almeida, es la persona que encabezó, junto con Diego López Garrido, la campaña interna en Izquierda Unida contra Julio Anguita, el coordinador general de la coalición menos próximo al PSOE y el que, como candidato a la Presidencia del Gobierno, llevó a IU –en las generales de 1989, 1993 y sobre todo 1996– a los mejores resultados electorales de su historia. Precisamente aquel mismo año de 1996, Almeida y Garrido fundaron el PDNI (Partido Democrático de la Nueva Izquierda), que mantuvieron dentro de IU hasta el año siguiente, cuando Almeida y otros dos diputados de IU en el Congreso vinculados al PDNI se convirtieron en tránsfugas al pasarse al Grupo Mixto. El PDNI aquel mismo año de 1997 abandonó IU, en 1999 se alió con el PSOE en la coalición PSOE-Progresistas –la propia Almeida fue la candidata de la coalición a la Presidencia de la Comunidad de Madrid en las autonómicas de 1999– y en 2001 se integró en el PSOE.

En aquella campaña interna contra Anguita también tuvieron un papel protagonista PRISA en general y la SER en particular. De hecho, Ferreras y Almeida son dos viejos conocidos: el actual director de laSexta fue el director de Informativos de la SER desde 1995 hasta 2001 y el director de la propia cadena desde 2001 hasta 2004, el año en que Florentino Pérez lo sacó de PRISA para convertirlo en el director de Comunicación del Real Madrid CF, según ha reconocido el propio presidente de la multinacional ACS y del club blanco. La relación de Ferreras con Almeida no es nueva, data de aquellos viejos tiempos a los que con echar la vista basta para comprobar que la historia se repite.

Por cierto, el presidente y diputado de Más país y exdirigente y exdiputado de Podemos, Íñigo Errejón, ha sido entrevistado este sábado en ‘La Sexta Noche’, y es que esa es otra: la cantidad de exdirigentes de Podemos en activo, como el propio Errejón, o retirados de la actividad política –al menos por el momento–, como Ramón Espinar, que desfilan un día sí y otro también por los platós de laSexta.

En mitad de un panorama televisivo tan particular como lo es el del régimen del 78, silenciar la voz de unos –sea en 1996 la de Julio Anguita o en 2020 la de Pablo Iglesias– y amplificar la voz de otros –sea en 1996 la de Cristina Almeida o en 2020 la de la propia Cristina Almeida y los demás favoritos de Ferreras– no es una cuestión menor.

¿Por qué –como denunció hace casi un año en LÚH! el miembro del Consejo de Administración de RTVE Roberto Lakidain– despidió José Manuel Pérez Tornero a Jesús Cintora “presionado” por Moncloa y el PP, a su vez “presionados” por Mauricio Casals y el propio Ferreras? ¿Por qué en la cadena dirigida por Ferreras –a la que, pese a que sus dueños son muy de derechas, se hace pasar por la única “de izquierdas” que hay en España (cómo serán las demás)– unos pueden salir directa y continuamente a explicar a los telespectadores sus posiciones y sus propuestas y otros –la mayor formación de UP pero también las dos mayores formaciones de izquierdas del bloque de investidura– no? ¿A qué criterio periodístico responde esta realidad?

Julio Anguita sabía y Pablo Iglesias sabe –de hecho, lo dijo públicamente hace diez días en el madrileño Ateneo La Maliciosa durante la presentación de su último libro, ‘Medios y cloacas’– que “una izquierda a la medida del régimen” ha “presentado como sofisticación política pactar con Ferreras para que te saque siete veces por semana en dúplex”. Esa izquierda a la medida del régimen, que tan bien conocía Anguita y que tan bien conoce Iglesias, es a la que están adscritos los favoritos de aquel Ferreras directivo de la SER y de este Ferreras directivo de laSexta. Esa izquierda a la medida del régimen es la que nunca ha cuestionado y sigue sin cuestionar –sea porque en su día las avaló formalmente o porque ha vivido muy bien a su sombra– las estructuras del propio régimen, incluidas unas no menores: las mediáticas, de las que ese panorama televisivo tan particular es un ejemplo palmario. Hay una izquierda a la medida del régimen y ciertos medios a la medida de esa izquierda a la medida del régimen. Bien lo sabe Ferreras.

Por Javier Lazaola para laultimahora.es