Los Héroes del Clinic

Para empezar, hay que decir que este artículo es un homenaje a todas las mujeres y hombres, profesionales de nefrología y trasplantes del Hospital Clínic de Barcelona que diariamente tratan a los pacientes con cariño y humanidad, a estos, profesionales que luchan y sufren permanente y que en estos últimos años se ha visto agraviado por la pandemia que parece que nunca va a terminar.

Lo que yo viví y vi el Día 11 de abril de 2022 en el Hospital Clínic, confirma lo que ya sabía tenemos uno del los mejores hospitales de España, es más, yo me atrevería a decir incluso de Europa en trasplantes de órganos, con profesionales con vocación y humanidad que les convierten en héroes.  

Yo venía desde Albacete para trasplante, salí de mi ciudad a la cuatro de la tarde y llegué a las 9 de la noche al histórico hospital curso intensivo. He tardado en contar mi experiencia porque siempre pienso que estas cosas se tienen que escribir con emoción y en frío.

Nunca olvidare ese 11 de abril, el día en el que volví a nacer y que este año caía en lunes. Llevaba doce años en hemodiálisis, el último año estaba desmejorado, mi salud se había deteriorado, pero nunca me falto la esperanza del ansiado trasplante renal, quizás influyó mi carácter de luchador que siempre he tenido y también como creyente tampoco me faltó la ayuda de él de arriba.

 Era consciente de que estaría un buen rato y trate de descansar un poco  hasta que entrara en quirófano.

Mi entrada en el quirófano fue a las cuatro de la madrugada. Los quirófanos estaban ubicados en el sótano, mientras me dirigía por los largos pasillos notaba el frío, aunque iba tranquilo a la sala de operaciones quirúrgicas.

Entré en la sala de operaciones y desperté después de diez horas, mi operación según la doctora fue laboriosa y complicada debido a que mis arterias estaban calcificadas.

Posteriormente un celador me llevó a lo que llaman intermedio, es una habitación donde dos enfermeras están 24 horas diarias contigo. Allí conocí a varias sanitarias con las que simpatice desde el primer día, destacando de ellas su vocación asistencial y su humanidad. 

Después del intermedio pasé a una habitación normal con otros compañeros, en donde hasta alta horas de la madrugada nos contábamos nuestras experiencias, mientras nuestros ángeles de la guarda entraban constantemente para ver como nos encontrábamos. 
Y por fin, después de 11 días me visitó la doctora y me dio el alta para volver a casa porque todo está bien. 

He querido contar mi experiencia para que todos reflexionemos sobre algo que tenemos que cuidar y proteger, nuestra sanidad pública, no podemos ser tan hipócritas y un día aplaudir a nuestros sanitarios y al día siguiente olvidarnos de ellos. mi pregunta es ¿hemos cuidados lo suficiente a los que nos cuidan?

Terminó coincidiendo con los anarco-sindicalistas de la CNT, que tomaron el Clínic en 1936. " Barcelona tiene la suerte inmensa de tener un Hospital como el Clínic y su gente"