Hoy el colectivo Albacete por la República conmemoraba el 90 aniversario de la II República, esta misma organización convocaba un acto en la Plaza del Altozano donde acudieron más de 300 personas según fuentes de la misma organización convocante.

Los convocantes han leído un manifiesto reclamado un “auténtico proceso constituyente, participativo, abierto y horizontal que puede empezar a desarrollarse en las plazas y en el seno de las organizaciones populares, y que debe finalmente trasladarse a las instituciones públicas”.

En el manifiesto republicano han destacado sus propuestas como:

 “Adoptar la República como forma de estado; abolir los títulos nobiliarios, limitar al máximo los aforamientos y prohibir las denominadas “puertas giratorias”.Hicieron hincapié en los ejes fundamentales de la economía nacional como el trabajo y la justicia social, defendiendo también el estado federal como la posibilidad de un nuevo modelo territorial, sin duda alguna propuestas interesantes para tener en cuenta.

Respeto a la Iglesia Católica, los republicanos defienden un estado laico y denuncian los acuerdos con el Vaticano, en su manifiesto piden “acabar con los privilegios fiscales, legales e institucionales de la Iglesia Católica; blindar los servicios públicos frente a las políticas privatizadoras promovidas por las grandes corporaciones, subordinar la propiedad privada al interés nacional y establecer el derecho a la vivienda como responsabilidad del Estado”.

Los republicanos aseguran que en su movimiento caben todos los colectivos progresistas y así lo hacen notar incorporando los logros del movimiento feminista (divorcio, interrupción del embarazo, derechos sexuales y reproductivos, paridad, conciliación familiar…) y de la comunidad LGTBI (matrimonio entre personas del mismo sexo, medidas antidiscriminación, identidad de las personas trans…) en el articulado de la constitución”.

Renuncian a la guerras y piden prohibir la venta de armas a gobiernos que no respeten los derechos humanos.

Los oradores en el acto terminaron sus intervenciónes diciendo que, “Somos conscientes de las dificultades y de la feroz reacción con que chocará nuestra pretensión de avanzar en democracia y hacer del pueblo el protagonista de su destino”, pero “no podemos quedarnos de brazos cruzados porque, como dijo Marcelino Camacho, “ni nos domaron, ni nos doblaron, ni nos van a domesticar”