Cintora: el periodista expulsado por Vasile y ninguneado por Ferreras

En un repaso a la hemeroteca, las razones que explicitan todos los diarios de cualquier color político al hablar de la expulsión de Cintora de Mediaset coinciden: las presiones que el Partido Popular trasladaba insistentemente a Paolo Vasile. No gustaba a la bancada azul que se hablara de sus corruptelas sin blanqueamientos, y los datos de audiencia hacían saltar todas las alarmas en Génova.

¿El detonante? Que Jesús Cintora informara de la corrida de toros a la que había asistido el, por entonces, ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, escasas horas después de que acontecieran los atentados en Túnez que acabaron con la vida de dos ciudadanos españoles.

Las informaciones incomodaban a los inquilinos de Moncloa. Rafael Hernando, portavoz de los populares en el Congreso, o Esperanza Aguirre, participaron de la campaña para dilapidar la carrera periodística que el presentador se había labrado desde que acabara su formación en 1999. Comunicado público mediante.

Cintora trabajó en TVE y Telemadrid bajo gobiernos del PP

Con la contratación del periodista en TVE y un PP acorralado por la Justicia, ha regresado la polémica. Se ha movilizado todo un aparataje logístico para dar con Cintora, a toda costa, en los tribunales. El Sindicato Independiente de RTVE, conocido como el “sindicato amigo” del PP, ha emitido una demanda de un calibre nunca antes registrado contra el programa Las cosas claras, calificada como “chapucera” por Comisiones Obreras por sus tintes complacientes con los “intereses de la derecha y la ultraderecha”.

Sin embargo, en la legislatura que encabezaba Mariano Rajoy, era habitual ver al periodista colaborando, en calidad de analista político, en diferentes espacios de TVE. Incluso asiduamente en el programa Alto y Claro de Telemadrid, cadena también dirigida bajo administración azul, con la propia Aguirre al frente de la presidencia. Durante los años, además, que estalló la polémica en torno a la parcialidad informativa de Telemadrid, que más tarde incluiría expedientes de regulación de empleo que afectaron a más de 800 trabajadores.

Por entonces, el salario que cobraba la conductora de dicho programa, Isabel San Sebastián, por 45 minutos de emisión rondaba los 10.000 euros mensuales. Dinero que se embolsaba del erario público y cuya producción, por cierto, se encontraba también externalizada en la empresa Leiggy S.L.

Índices de audiencia fulminantes

Desde el regreso del periodista a TVE, se ha asistido a la “revitalización” de la cadena. Los datos de audiencia ponen en valor la aceptación pública que Cintora ostenta.

Los datos, nada desdeñables, compiten con los de cadenas privadas con programación similar, llegando a acumular 1,3 millones de espectadores en su franja horaria, algo calificado como “poco habitual” en los primeros días de vida de un programa.

Fuente:laultimahora.es