La España industrial, lo que fue y dejó de ser.

Queridos amigos lectores por unos momentos les invitamos ha que viajen con nosotros en el tiempo,  situémonos a mediados de los años 80 en España.

Tras la muerte del dictador, se abría una puerta a la esperanza, los posfranquistas de la UCD, liderados por Adolfo Suárez, iniciaban el camino hacia la ansiada democracia, aires de libertad se sentía en la ciudadanía que hasta Europa nos veía como unos posibles socios en un futuro no muy lejano.

España era un país emergente en Europa, volvían los que se fueron hacer dinero a Suiza o a Alemania, teníamos una producción industrial aceptable que nos hacía no depender del exterior, pero esto tendrían un un final y no muy bueno para la clase trabajadora.

Trasladémonos a la mitad de los 80, en esos años los hombres vestidos de pana serían los encargados de gestionar el futuro de España.

Esos hombres de chaqueta de pana eran Felipe González y Alfonso Guerra, supuestamente socialistas, militantes del histórico PSOE, supuestamente decimos "socialistas" porque al final resultaron ser neoliberales como años después se pudo demostrar.

El gobierno de Felipe González nos metió en la OTAN, a pesar que inicialmente estaba en contra, después entramos en la CEE, pero con unas condiciones que nos perjudicó, una organización con la que España ya tenía firmado un tratado bilateral, que estaba resultando excelente y muy rentable para nuestra economía, pero para dejarnos entra y ser socios europeos teníamos que cumplir una serie de requisitos y exigencias, y lo que exigieron al gobierno "socialista", fue el inicio hacia el desmantelamiento de sectores enteros de nuestra economía.

Acabar con sectores económicos de nuestro país, tenía su lógica, la CEE, no deseaban ningún tipo de competencia para sus productos y no podían permitir la entrada de un país que se había convertido en la décima potencia industrial del mundo.

Con el argumento de que España necesitaba una "reconversión industrial", se comenzó con el cierre de industrias. Sectores enteros fueron desmantelados y miles de trabajadores perdieron su empleo. Tampoco se libraron la industria lechera y el  sector del viñero, donde se exigió el corte de cepas.

Así empezó el camino a la desindustrializacion desplazando a los trabajadores hacia el sector de servicios y construcción, en la mayoría de los casos empleo sin calidad y precarios. El ideólogo de estas políticas neoliberales fue el ministro de Economía  Carlos Solchaga, se preguntaba por aquellos días con jactancia "¿qué malo hay en que nos convirtamos en un país dedicado a los servicios?".

Esa fue la España que dejó González, él mismo que hoy está en consejos de administración de grandes empresas, el mismo que llama insulta y descalifica a otros por intentar hacer políticas sociales que el nunca se atrevió a llevar. Algunos no se acuerdan de aquellos oscuros años para nuestra industria, ni tampoco la resistencia de pueblos enteros como si de Numancia se tratará, aunque también muchos fueron los que silenciaron esas luchas y donde fueron cómplices los medios de comunicación.

Los que vivimos esa época no podemos olvidar a las gentes de la localidad santanderina de Reinosa, se resistieron a los despidos y al cierre de sus industrias, sin saber que además estaban defendiendo España a la larga, eso si era patriotismo...Algunos trabajadores como los de Reinosa, pagaron con su vida la defensa de la industria, reteniendo a los directivos de la patronal y defendiendo en barricadas a la fábrica del asalto de la policía.

La llegada de otro neoliberal como era Aznar al Gobierno, no fue mejor que los anteriores, durante los gobiernos de José María Aznar se vendieron en España 48 empresas públicas, muy importantes, por debajo de su valor real, entre ellas IBERIA, Red Eléctrica de España (REE) y la siderurgia estatal ENSIDESA. Según el documento aprobado por el pleno del Tribunal de Cuentas para su elevación al parlamento, el precio por el que el estado vendió parte o la totalidad de sus empresas fue "inferior" al establecido en las valoraciones independientes. El informe también señaló que, si bien los procesos de venta. Así siguió la política de destrucción y desmantelamiento apoyadas por grandes Bancos.

Volvamos a nuestro año el 2020, la crisis sanitaria que parecemos derivará en una crisis económica, donde deberemos estar preparados pata demandar al gobierno políticas sociales y más inversión en la producción industrial defendierodo los derechos de la clase trabajadora para evitar los abusos de grandes multinacionales como NISSAN.