El fotoperiodista Jordi Borràs se encontraba fotografiando el día nacional en Budapest, Hungría, donde «mezclados con la comitiva italiana, han aparecido banderas españolas y miembros del sindicato de VOX, Solidaridad», explica

«Creyéndose impunes a miles de kilómetros de España, los representantes de Solidaridad, han hecho sonar el Cara al Sol por megafonía, han gritado consignas franquistas y vivas en Abascal» ha informado Borràs.

No es de extrañar esta relación del sindicato con el extremismo de derechas, puesto que hay miembros dentro de este mismo vinculados a grupos neofascistas. Este es el caso, por ejemplo, de Jorge de la Hera, cercano a Hogar Social Madrid.

Esta idea de un sindicato de derechas, explica Borràs, sirve para promocionar reivindicaciones donde el partido VOX cojea, en el obrerismo.

España no es una excepción, puesto que en países como Italia, con UGL, la sindicalización de la extrema derecha es un hecho concurrido y con años de trayecto recorrido. El nombre del sindicato, incluso, proviene de Solidarnosc, «que fue muy importante en Polonia para la derrota del Gobierno comunista del país», añade Borràs.

Esta estrategia en España está siendo utilizada por el partido actualmente en el paro de la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte.

El portavoz de Vox en la Diputación de Sevilla, Rafael García, se ha desplazado este martes hasta la localidad sevillana de Guillena, para mostrar «todo el apoyo de Vox a la huelga de transportistas» convocada por la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías, un paro al que no se han sumado las organizaciones empresariales con mayor representatividad en el sector.

Rafael García ha considerado además «inadmisible que el Ejecutivo central anuncie más de 20.000 millones de euros en políticas feministas» de igualdad entre este año y 2025, destinando buena parte de los fondos a reducir la brecha salarial y de las pensiones o dignificar las condiciones de trabajo de las empleadas más precarias, «mientras los transportistas están asfixiados con impuestos que Sánchez se niega a bajar, especialmente en lo que al combustible y la cuota de autónomo se refiere».